Científicos del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona, ayudaron a desarrollar la primera droga activada por luz, llamada JP-NP-26, para el tratamiento del dolor.
El desarrollo de medicamentos de acuerdo con la farmacología existente, muchas veces se ve afectado por restricciones, como la dificultad de seguir el tomándolo a lo largo del tiempo, y una vez administrado, está el tiempo requerido para evaluar las dosis correctas, y también los casos en los que el efecto es lento, o afecta otros órganos de nuestro cuerpo.
Hay un nuevo campo en la farmacología llamado optofarmacología que ayudará a superar algunas de estas limitaciones. Utiliza la luz para controlar la actividad de las drogas.
Esto significa que si un medicamento se desarrolla para ser sensible a la luz, entonces los científicos pueden controlar la actividad de la droga en el espacio y el tiempo.
El estudio reporta el desarrollo de un «foto-fármaco», llamado JF-NP-26, que demostró un potente valor terapéutico para el tratamiento del dolor.
No hay ningún precedente de usos de la optofarmacología para mejorar el tratamiento del dolor, o cualquier enfermedad asociada con el sistema nervioso. Este es el primer fármaco activado por luz, diseñado para el tratamiento del dolor.
En este nuevo enfoque de optofarmacología, los científicos pueden utilizar un analgésico, del cual se conoce el mecanismo de acción y convertirlo en un fármaco fotosensible e inactivo.
Utilizando luz con una determinada longitud de onda, el fármaco puede ser activado en una región específica y precisa, como el cerebro o la piel.
JF-NP-26 también se llama photocaged, ya que sólo ejerce su actividad cuando es activado por la luz. Sin luz, permanece inactivo.
De hecho, cuando se compara con otros compuestos fotosensibles, JF-NP-26 no muestra ningún efecto hasta que un haz de luz específico, choca con el tejido objetivo.
No mostró efectos tóxicos o no deseados, incluso en altas dosis.
La molécula creada por la acción de la luz el raseglurant, no pertenece a ningún grupo de fármacos de la lista clásica anti-dolor de fármacos: antiinflamatorios no esteroideos o AINES (paracetamol, ibuprofeno, etc.), y Opioides (morfina, fentanilo).
«En consecuencia, este estudio describe un mecanismo analgésico, que no ha sido suficientemente explorado hasta ahora».
Esta nueva optofarmacología del raseglurant puede detener los efectos adversos en el hígado y abre un nuevo camino para comenzar a usarlo como un analgésico.
La optopharmacology puede representar una nueva estrategia potencial, para redefinir la forma en que tratamos el dolor en la fibromialgia, y otras enfermedades.
También puede ayudar a reducir los efectos no deseados de varios de los fármacos actuales, como la morfina, y su alto riesgo de adicción.
Las drogas que tenemos actúan en todas las áreas y sin un control estricto.
El uso de moléculas controladas por luz trata de completar estos espacios para obtener fármacos más precisos que puedan actuar como moléculas biológicas.
Cabe destacar la necesidad de impulsar la colaboración entre grupos de
investigación de diferentes ámbitos de la ciencia, con el fin de explorar
nuevos caminos que ayuden a entender la complejidad biológica y a
desplegar todo el potencial necesario para crear tecnologías radicalmente
nuevas en la mejora de la salud humana.
Nuestro mayor deseo es que este tipo de medicamentos estén
disponibles para nuestro uso en el más corto plazo posible!
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